María Hermida es, desde 2020, la directora general para España de Rock River, una compañía americana con sede en Wisconsin y propietaria de una potente red de laboratorios especializados en análisis agrícolas a nivel mundial.
Antes de iniciar una nueva etapa con Rock River, desarrolló su carrera profesional en la Diputación de Pontevedra desempeñando diferentes cargos a lo largo de 30 años, desde técnico analista de laboratorio hasta jefa de servicio en el laboratorio de Mouriscade entre los años 2008 y 2020.
Su carrera profesional se ha desarrollado en contacto permanente con la tecnología NIR en el análisis de nutrición animal y su visión de futuro respecto a las oportunidades que ésta ofrecía – ya por los años 90 -, culmina con un acuerdo en exclusiva para dirigir el desarrollo de la actividad de Rock River en España. Un importante hito que, con su esfuerzo y pasión, ha contribuido a visibilizar el papel de las mujeres en el ámbito científico en un sector tradicionalmente masculino.
En esta entrevista analizamos, de la mano de María Hermida, la evolución del sector de la nutrición animal y los retos que trae consigo la sostenibilidad en el ámbito agropecuario. Una oportunidad de conocer más a fondo su trayectoria profesional y su labor al frente del único laboratorio que Rock River tiene en España.
Pregunta: ¿Cuándo te incorporaste al proyecto Rock River Lab en España y qué ha supuesto en tu desarrollo profesional?
Respuesta: Los sistemas dinámicos de formulación empezaron a abrirse camino en España en 2016. Seguí sus avances a través de algunos expertos en nutrición animal y diversos artículos en revistas especializadas, pero es necesario nutrir al sistema con los parámetros de digestibilidades de nutrientes de una forma rápida y rutinaria.
En 2018, durante mi visita a la sede central de Rock River en Wisconsin, pude comprobar de primera mano el riguroso trabajo de esta compañía, la seriedad de sus fundadores e incluso la coincidencia en varios aspectos de la tecnología NIR.
Además, vi que toda la información de la que disponían se podía transportar fácilmente a cualquier país a través de los laboratorios satélites que trabajaban con Rock River.
Fue a partir de ese momento cuando tuve claro que el sistema de analíticas en Galicia, ancladas en cuatro parámetros desde el año 99, ya no era suficiente. Esto, unido a una decisión política tomada por la Diputación a finales de 2020, me impulsó a desarrollar una nueva etapa como profesional independiente en el mismo ámbito profesional en el que llevo más de tres décadas.
Esta nueva etapa supone una gran satisfacción profesional para mí porque no sólo me permite aportar mi experiencia y conocimiento en el trabajo diario, sino que cuento con el respaldo de un excelente equipo técnico de la central de Rock River en Wisconsin.
“Si la actividad que he desarrollado a lo largo de mi trayectoria profesional la hubiera realizado un hombre, tendría mucha más visibilidad y reconocimiento.”
P: ¿Cuál es la actividad principal del Rock River Lab?
R: En España la principal actividad de Rock River es el análisis de todos los componentes de la nutrición animal, desde ensilados, forrajes, materias primas, concentrados etc. Todo ello aportando siempre los parámetros de digestibilidad de nutrientes, análisis NIR con ecuaciones muy robustas. También dispone de ecuaciones para material en fresco, lo cual es importante si queremos evaluar cómo se transforman los forrajes con el paso del tiempo.
Pero esta actividad principal puede complementarse con otras como los análisis de tierras, el análisis de procesado del grano de maíz (KPS) o el análisis de micotoxinas, por ejemplo, simplemente enviando las muestras a Wisconsin sin que ello suponga un excesivo tiempo de respuesta.
P: ¿Opera igual en todos los países en los que está presente?
R: Sí, todos los laboratorios satélites de Rock River funcionan de la misma forma. Utilizamos las mismas ecuaciones NIR, realizamos los mismos controles para verificar el trabajo que se realiza y adicionalmente, recibimos formación técnica desde Wisconsin a través de webinars organizados periódicamente por los responsables. Esto sin duda me hace sentirme muy unida a la familia Rock River para mi desarrollo profesional.
P: ¿Cuáles son los servicios más demandados en este laboratorio de análisis de referencia en Galicia?
R: Los análisis más demandados en Galicia son, sin duda, los de ensilados y forrajes. Un importante valor de Rock River es que está cambiando la visión tanto de expertos en nutrición como de los propios ganaderos, gracias a un contenido muy completo y de fácil compresión.
La compañía ofrece, además, otros servicios en nuestra región como el análisis de aguas, purín, análisis microbiológicos -que se realizan en las propias instalaciones- y también de otras matrices que se envían a Wisconsin. Algunos ejemplos son el análisis de tierras, de estiércoles, de fertilizantes o de foliares, entre otros.
P: ¿Cómo crees que ha evolucionado el sector en un mejor control de la calidad de los ensilados, análisis de muestras TMR, nutrición animal, etc.?
R: El sector de la nutrición animal ha evolucionado muchísimo en los últimos años. Hemos pasado de realizar un análisis de un silo una sola vez con tres parámetros analíticos (materia seca, proteína, fibra y almidón), a analizar un silo a medida que el frente avanza –cada semana o cada 15 días– con una gran cantidad de información analítica como parámetros de conservación, paquete completo de carbohidratos, las fracciones de nitrógeno completas, el paquete de aminoácidos, o la digestión de nutrientes a diferentes horas, entre otros. Además, ahora dispondremos de toda esta información en menos de 24 horas.
También hemos evolucionado mucho en la ejecución de silos bien hechos, teniendo en cuenta los beneficios que aportan los conservantes y las buenas prácticas de pisado y cerrado. Hoy en día la mayoría de silos tienen conservaciones muy aceptables.
Respecto al TMR, hace unos años apenas se analizaba y hoy una granja con 100 animales lo hace semanalmente.
P: ¿Crees que hoy en día existe más conciencia sobre la importancia de monitorizar estos aspectos?
R: Sin duda. Actualmente los ganaderos están concienciados de que el seguimiento y monitorización de la nutrición animal de su granja -a través de analíticas periódicas- supone grandes ventajas, entre las que destaca la toma de decisiones con información y con criterio.
Los ganaderos de hoy además de grandes profesionales también son empresas, por tanto, se juegan una parte muy importante de los beneficios en el tema de la alimentación, con ensilados y forrajes bien conservados, con buenas digestibilidades y con asesoramiento de especialistas en nutrición que sepan transportar todo eso al rumen del animal.
P: ¿Cómo contribuye la realización de analíticas periódicas a una actividad agropecuaria más sostenible?
R: Las analíticas periódicas nos ofrecen mucha información a la hora de apoyar la toma de decisiones en diferentes aspectos de la actividad agropecuaria, pero sin duda uno muy importante es el desarrollo de una actividad más sostenible.
Por ejemplo, el análisis periódico de un silo de maíz ayuda a evaluar la evolución de digestibilidad que ha tenido el almidón. Si al cabo de tres meses la digestibilidad está en 99 %, tendríamos la seguridad de haber escogido la semilla adecuada. Si por el contrario se encuentra en el 80 %, habría que hacer una reflexión como, por ejemplo, ¿He comprado la variedad adecuada? Lo siguiente sería abrir ese silo porque se necesita, pero con esa digestibilidad de almidón, los animales no lo aprovecharían e iría a las heces. En definitiva, no sería rentable y además el purín no tendría una buena transformación.
P: ¿Las novedades sobre legislación medioambiental tendrán algún tipo de impacto en el trabajo que realizáis desde el laboratorio?
R: Los nuevos requerimientos y normativas medioambientales supone una reorganización de la explotación con datos y con información. Esto incluye los análisis de tierras, los análisis de purines y estiércoles, y ajusta la demanda de nutrientes que necesita esta planta en este momento y cuanto tenemos que aportar.
Estoy convencida de que, después de un periodo de transición y de ajuste, lo que ahora percibimos como una exigencia se convertirá en una gran oportunidad para las explotaciones agropecuarias en materia de sostenibilidad, y llevará consigo grandes beneficios como el incremento de su rentabilidad.
P: ¿Hay algún servicio novedoso que tengáis previsto ofrecer a corto plazo?
R: Justamente en la última reunión que mantuve con los responsables de Rock River en Wisconsin me trasladaron que en un plazo máximo de 2 meses tendremos novedades muy interesantes que aportar al sector. Y espero, por supuesto, que sean de utilidad para Rock River de Galicia.
P: En un sector tradicionalmente masculino y donde las mujeres todavía gozan de poca visibilidad y reconocimiento, ¿te has encontrado con alguna limitación por el hecho de ser mujer?
R: Aunque es cierto que asistí a muchas reuniones en las que yo era la única mujer a finales de la década de los 90, nunca he sentido que existieran limitaciones ni obstáculos en ese sentido. De lo que sí estoy segura es de que, si la actividad que he desarrollado a lo largo de mi trayectoria profesional la hubiera realizado un hombre, tendría mucha más visibilidad y reconocimiento. Por eso mi satisfacción personal es más grande, si cabe.